Caribdis es un vórtice. En Caribdis se forman burbujas de aceites y gelatinas que, como en una lámpara de lava, recorren el espacio dividiéndose y volviéndose a formar. Los Caribdianos sienten la densidad del material por el que los lleva la corriente y escapan a la viscosidad que los atrapa.
Caribdis se ve con un microscopio. Se forma cuando te rascas el ojo. Cuando el agua se va por el inodoro. Caribdis flotante cuando exhalas el humo del cigarrillo y caribdis oscuro cuando revolves el café. Caribdis fugaz cuando soplas aire debajo del agua, y si ves bien de cerca, Caribdis aparece en la sartén cuando calentás el aceite.
Caribdis incluye restos de todo lo que pasó por ahí alguna vez. Restos jurásicos. restos que estan por venir. Caribdis es sagrado. Caribdis se arma y desarma sin que le duela. Caribdis no sabe lo que es morir, para ella las cosas transitan, aparecen y desaparecen, se revuelven y se mezclan con otras.
Caribdis no cree en nada. Gira y se originan en ella microbios que brillan, que fascinan. Caribdis no se detiene a pensar.
Caribdis fluye y se diluye.
Este mundo nació en el taller de Inventores de Mundos de Vero Gatti y Guido Ferro en el 2017. Surgió a partir de las palabras sagrado y submarino. Es una experimentación con técnica de ilustración y filminas impresas con texturas que terminó en un móvil colgante que se expuso en la muestra del taller.